jueves, 19 de marzo de 2009

Las nubes bonitas

Estaba yo con la amiga esa mía en la plazita. Normal. Solo siendo ahí, casi que riendo por nada, un poco a causa de vernos tan poco. Entonces en el banco del frente, vienen y se sientan unas señoras a comer helados de vainilla, una en una tinita, y otra en una barquilla.

Fastidian la visual. Me cansan con su conversación estandar acerca del tráfico y las peleas del trabajo. Mi amiga y yo reímos de ellas también de igual manera. Nos cansan un poco. Llega otra amiga más pequeña y charlamos brevemente acerca de ir de excursión por latinoamérica las tres. Quedamos en encontrarnos pronto para hacer los arreglos.

La amiga pequeña se va, y me deja a solas con amiga de risa. Amiga de risa y yo caminamos hacia su sitio de estudiar y vemos dibujos extraños. A veces la gente que estudia si que diseño, o pintura o cosas así, tiene una obsesión rarezca acerca de los genitales. Es medio desagradable a veces.

El sitio es pequeño, pero entiendo por que mi amiga estudia ahí. Conozco a un señor raro que impresionantemente tuvo algo con mi amiga. Es toda una cosa loca ahí de conexiones y sentimientos que aburren un poquito.

Tomamos unas cervezas. Hablamos de cualquier cosa. La tarde se pone de pintura. Consumimos tráfico inolvidable hasta su casa, hasta un metro, hasta mi casa, hasta mi teclado.

Querer mucho es una cosa extraña que hacer.

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